Hoy desperté en la mañana con un gorrión en el
pecho
a mi lado tu dormías acurrucada en mi brazo
un impulso me obligó a besarte suavemente
en los párpados cerrados que me negaban tus ojos
mirándote recordaba la pasión de nuestra noche
los besos y las caricias que prodigamos a mares
y la danza que compartimos con el fuego en la piel
de a ratos suave y tranquila como la brisa de
enero,
frenética otras veces cual viento de primavera,
ardiente y húmedo abrazo que no apagaba la sed,
que intentábamos saciar con más caricias y besos.
el calor y la humedad que emanaban de tu cuerpo,
alimentaban mis ansias de estar dentro de ti,
se derramaba el licor de la dicha y la armonía
y danzábamos de nuevo los compases del amor
no tengo idea de cuando, al fin quedamos dormidos
no recuerdo haber dejado de acariciarte la piel
solo sé que en una nube, embriagados de pasión
Parecíamos flotar entre gemidos de dicha.
por la ventana se cuelan los primeros resplandores
anunciando las rutinas que debemos enfrentar
me demoré contemplando mientras besé tu mejilla
los ensayos melodiosos de tu tierno despertar
rodeándome con tus brazos sin siquiera abrir los
ojos
murmuraste un te quiero que yo callé con un beso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario