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El rocío de
la mañana nos dibuja una esperanza,
un nuevo
día se inicia, es otra oportunidad
de vivir
buenos momentos, de encontrar lo que se busca
descubrir
nuevos sabores que la vida nos esconde
nuevos
aromas y sensaciones para poder disfrutar
Quizás un
día es un día, una gota más al mar,
quizás no
sientas el gozo de alguna nueva canción
mas te
aseguro que allí, a la vera de tu senda
hallarás lo
que buscabas sin saber lo que buscas.
Cada día es
algo nuevo, nunca igual a los demás
en la forma
que lo vivas, de la manera que sientas
será el
color con que pintes el trazo de tu existencia
Suma los
días, las horas, los pasos de tus andares,
y tendrás
por resultado el peso de tu edad,
mas si
pones en la balanza los gusto que saboreaste,
los besos y
las pasiones que supiste abrazar,
si
recuerdas las poesías y las canciones de amor,
tendrás
como resultado el valor de tu existencia.
Llega la
tarde y con ella el sol escribe en el cielo
una hermosa
poesía con miles de tonos rojos,
es su forma
de anunciar que está terminando el día,
se despide
con altura, desplegando su armonía
depende de
lo que tengas cosechado en éste día,
que no
tengas ni las manos, ni las maletas vacías
porque
entonces no podrás gozar de esa despedida,
de una
tarde como todas, de una tarde de tu vida.
La
esperanza que despierta al despuntar la alborada
hay que
darle de comer, la fe hay que alimentarla
no se puede
dejar ir, los sueños que ayer tuvimos
ni dejar
morir la esperanza pues moriremos con ella.
Con la
noche llega la calma y el descanso merecido
al
entornarse los ojos para unirse con Morfeo,
comienza el
desfile de cosas que sucedieron de día
tal vez con
una sonrisa te introduzcas de a poquito
en las
sendas de los sueños que los dioses te deparen
Mas depende
del que siembra el fruto que se coseche
si al
querer cerrar los ojos los fantasmas arremeten
y se meten
en tus sueños impidiendo tu descanso,
y con
gritos de terror acosándote en las sombras
te reclaman
o te acusan por un acto del pasado
hay de ti
pues la conciencia es el peor de los jueces
no perdona
si te acusa, pues no le puedes mentir
es mejor
arrepentirse para volver a empezar.
Luego,
pasada la noche, comience un día más
y con él,
una esperanza, otra oportunidad
de darle al
alma la calma, para la paz del final.
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